lunes, 5 de diciembre de 2011

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, me armaría de valor para hacer todo lo que hasta ahora no hice por miedo o desconocimiento. Subiría a una montaña rusa para entender porqué todos gritan, haría más ejercicio, pero no me privaría de comer absolutamente nada. Diría las cosas de frente, y dejaría de preocuparme siempre por el qué dirán. Me daría mis gustos, tomaría más en serio los consejos y dejaría de dar los que yo nunca sigo. Escucharía más a mi corazón, dejándome llevar un poco más por las emociones del momento. Me despertaría, aunque sea una vez al mes, temprano simplemente para ver el amanecer y me quedaría despierta toda la noche para ver si veo una estrella fugaz. Haría más locuras. Reiría lo suficiente para que me doliera la barriga y lloraría lo que me haga falta, aunque no me angustiaría por tantas cosas insignificantes. Me esforzaría por cambiar las cosas malas pero guardaría ciertas cosas de mi carácter y personalidad tal cual. Ya no me haría tanto la cabeza y me la llenaría con malos o negativos pensamientos. Me soltaría más, bailaría más, incluso bajo la lluvia y sin paraguas. Si hace falta, haría justicia por mano propia y callaría cuando fuera realmente necesario. Correría cuando el tiempo me sobre. Me tomaría el tiempo con más calma y menos a pecho. Haría oídos sordos a los necios. Viviría con más razones y motivos para hacerlos. Amaría incondicionalmente. Daría mi corazón, solo una parte, y no dejaría que me hieran tan fácilmente. Cumpliría aunque sea un sueño al año sin importar lo que cueste. Viajaría por puro placer. Trataría de ser más feliz. Andaría por la vida con más fe, creyendo en los milagros y pensando que todo pasa por algo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario